La obesidad abdominal es un problema muy común que ha aumentado rápidamente en los últimos años.
La población mundial ha envejecido y se está haciendo más femenina. La mujer, en la etapa menopausica, sufre el impacto negativo del envejecimiento y el fallo ovárico, con niveles bajos de estrógenos, con redistribución de la grasa en la región visceral y disminución de la masa magra.
Se ha observado que las mujeres con obesidad abdominal o visceral, presentan un estado inflamatorio crónico de bajo grado como consecuencia del incremento en la masa del tejido adiposo, que lleva a un aumento en la producción de mediadores «proinflamatorios»
Las mujeres tenemos pues una mayor prevalencia de obesidad que los varones. Un motivo puede ser que presentamos un metabolismo más bajo, aún cuando se ajusta respecto a las diferencias de composición corporal y grado de actividad.
Otra razón como hemos comentado anteriormente es la desaparición en la posmenopáusia del incremento del metabolismo que se asocia a la fase lútea del ciclo menstrual.
Con la edad, en la mujer disminuye el gasto metabólico basal, la actividad del sistema nervioso simpático y los niveles del DHEA.
El hipoestrogenismo, la bajada de estrógenos, provoca una disminución de los niveles de leptina, de co- lecistoquinina, galanina, neuropéptidoY, así como un descenso de la actividad de opioides endógenos como la ß-endorfina.
Por lo que es necesario medidas de prevención e intervenir nutricionalmente para una pérdida de peso y así reducir la morbimortalidad que se aumenta con la obesidad.
¿Cómo podemos saber si tenemos obesidad abdominal?
La obesidad abdominal o visceral es una enfermedad caracterizada por un exceso de adiposidad que se acumula en el tórax y abdomen.
Se define por el perimetro de la cintura:
Hombre >102
Mujer >88
A diferencia de la obesidad abdominal, la obesidad global se caracteriza por un exceso de adiposidad corporal, lo que conocemos como IMC según las OMS, dato que actualmente no es tan fiable.
¿Qué riesgo supone una Obesidad Visceral en la mujer?
El indice de grasa visceral, que se puede determinar además de por el Indice Cintura/Cadera, por una bioimpedancia con nuestro INBODY 570, nos indica según el grado, el riesgo de padecer hipertensión, dislipemias ( colesterol alto, triglicéridos altos) y resistencia a insulina que progresivamente conducen al desarrollo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular y de diabetes mellitus tipo 2 (DM2).
Además la inflamación de bajo grado que ocurre en el tejido adiposo excesivo compromete otros tejidos diana, y se asocia a enfermedades crónicas de diversa naturaleza como la enfermedad de Parkinson, o de Alzheimer y a ciertos tipos de cáncer como mama, endometrio, colón, recto, páncreas o esófago.
¿Cómo podemos prevenir «la obesidad visceral» desde el punto de vista nutricional?
La obesidad visceral y la inflamación de bajo grado asociada pueden prevenirse con un estilo de vida que incluya:
Actividad física regular
Hábitos alimentarios saludables
Ciertos micronutrientes
Tratamiento con hormonas bioidenticas.
Os dejo una serie de links sobre:
- Actividad física en menopausia, por María Rossich creadora de la plataforma Woman Personal trainers o la entrevista que hizo Marcos Vazquez de Fitness revolucionario a Sergio Espinar con particularidades en la quema de grasa y ganancia muscular en mujeres, errores tradicionales a la hora de perder grasa y cómo evitarlos, celulitis y menopausia etc.. o el podcast genial que hizo Cristina Mitre en @thebeautymail sobre como estar en forma a partir de los 40 entrevistando a Alberto Garcia.
- Nutrición en menopausia
- Terapia con Hormonas Bioidenticas.
- Micronutrientes: Resveratrol, Curcumina, Ornitina, Prebióticos. Niacina, Vitamina E
Los micronutrientes ¿ Pueden ayudar a prevenir la aparición de obesidad visceral e inflamación de bajo grado por su determinadas propiedades?
Micronutrientes
Resveratrol inhibe la adipogenesis e induce la apoptosis de adipocitos maduros, inhibe la acumulación de ácidos grasos en el tejido adiposo y favorece la betaoxidación de ácidos en el músculo esquelético e hígado favoreciendo su eliminación del organismo.
Curcumina suprime el proceso inflamatorio en el tejido adiposo, regula la adipogénesis al retrasar la formación de adipocitos maduros.
Prebióticos reducen la ingesta calórica diaria por su capacidad saciaste y favorecen el crecimiento de una microbiota intestinal saludable.
L-Ornitina mediante la estimulación de la liberación de la hormona de crecimiento, favorece el uso de ácidos grasos para la obtención de energía por los tejidos periféricos, particularmente del músculo estriado.
Niacina esta forma de Vitamina B3 es esencial para la generación de energía en la célula estando involucrada en el cataclismo de los lípidos, así como de los carbohidratos y proteínas facilitando su utilización más óptima por los tejidos del organismo.
Vitamina E por su acción antioxidante, actúa capturando radicales libres y previniendo así la peroxidación de los lípidos de membrana que resulta especialmente beneficioso en la prevención de complicaciones cardiovasculares.
Una nutrición funcional puede prevenir la obesidad e inflamación de bajo grado, la resistencia a la insulina, la hipertensión y evitar el «Síndrome metabólico»
El envejecimiento en la mujer es un proceso natural, progresivo, universal y continuo, durante todo el curso de la vida. Nuestra calidad de vida y funcionalidad durante está etapa, esta directamente relacionadas con nuestra genética, estilo de vida, medio ambiente, acceso y calidad a los servicios de salud, así como también los antecedentes patológicos previos.
Esta aparente ventaja en expectativa de vida que tenemos actualmente las mujeres no va necesariamente acompañada de una mejor calidad de vida, pues se acompaña de enfermedades crónicas, las cuales se podrían prevenir.
Como os he comentado, el impacto del déficit estrogénico lleva a incrementar riesgos, enfermedad coronaria, cambios metabólicos que pueden impactar negativamente en nuestra salud etc..debemos prevenirlo desarrollando estrategias de comportamiento que nos lleven a aumentar el ejercicio físico y a disminuir la ingesta calórica y en según que casos apoyar con micronutrientes. La Terapia Hormonal sustitutiva (TSH) aunque se sabe que influye en la distribución de la grasa corporal solo deberá ser prescrita si es necesaria.
Bibliografía: Documento Douglas laboratories.
Teresa Bonnin
Para los que no me conocen soy mallorquina de pura cepa y una amante incondicional de la “Serra de Tramuntana”.
He decidido escribir un blog sobre diferentes temas relacionados con el mundo de la farmacia, la cosmética, la nutrición y la salud hormonal.
Al no haber Facultad de Farmacia en Mallorca me desplacé a Barcelona a estudiar la carrera, después de ser madre muy joven (a los 30 ya tenía dos niñas) me dediqué después de criarlas a seguir estudiando y a formarme.
Hice un Máster en Atención Farmacéutica Comunitaria por la Universidad de Valencia, un postgrado en Nutrición por la Universidad de Navarra, me especialice en cosmética farmacéutica y realice varios cursos de Educación y Asesoría nutricional.
Hace unos años, en el 2012 volví a la Facultad, nuevamente fui estudiante y me gradué en Dietética y Nutrición, abriendo una consulta de nutrición (Sanudiet).
Soy una apasionada de la cosmética y la formulación individualizada,me interesa todo lo relacionado con la nutrición y la dietética, y ahora estoy cursando un Máster en Nutrición, Medicina y Salud hormonal en la mujer.
Me encantaría compartir contigo mis conocimientos a través de este blog, puedes seguirme también en mi perfil de instagram como @teresabonnin
Espero que te suscribas, que comentes y estemos en contacto.
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