Bases de maquillaje según tipo de piel

El maquillaje para muchas de las mujeres y algunos hombres, es una rutina indispensable en nuestro día a día. Su principal función es mejorar nuestro aspecto, siempre respetando la personalidad de cada uno, para obtener una imagen más positiva de nosotros mismos.

Somos muchas, y también muchos que podemos estar más de 12 horas al día con el maquillaje en nuestro rostro, por lo que es muy importante adaptarlo a nuestro tipo de piel y estado de la piel ( incluso si hay patologías como acné, rosácea, dermatitis atópica, eczemas, lupus etc…)

¿Verdad que para elegir una crema hidratante, un champú para el pelo o un simple gel de baño intentamos buscar el producto más adecuado e ir probando hasta encontrar el que mejor nos funciona?

Pues igual pasa con el maquillaje, al ser una rutina más de nuestro día a día, es igual de importante.

Las consecuencias negativas que se pueden producir al usar un maquillaje de mala calidad en nuestra piel son muchas, como sensibilidad cutánea, irritación, rojeces, acné y reacciones alérgicas por contacto.

En el mercado cosmético, encontramos bases de maquillaje con y sin protección solar. En el que caso que no contenga filtro, habrás de utilizar como base una crema hidratante con FPS +30, sobre todo en verano, ya que se acelera el proceso de envejecimiento prematuro.

Otros de mala calidad con muchas siliconas, pueden tapar el poro y promover la aparición de acné en nuestra piel (son maquillajes altamente comedogénicos).

Los ojos también juegan un papel muy importante a la hora de elegir un buen maquillaje, pues al estar en contacto directo pueden aparecer irritaciones oculares, dermatitis palpebral, orzuelos e infecciones (conjuntivitis y blefaritis).

Muchos labiales contienen pequeñas cantidades de plomo en su formulación, que a corto plazo pueden provocar eccemas, y a la larga pueden llegar a ser tóxicos acumulándose en el cuerpo. También pueden contener  otros metales pesados como arsénico, mercurio y níquel.

Pero has de tener en cuenta que por mucho que usemos un maquillaje de calidad, si no cuidamos nuestra piel no sirve de nada, por lo que antes de maquillarnos, hay que realizar una rutina «mínima» de 3 pasos indispesable:

1. Limpiar
2. Tonificar
3. Hidratar, siempre eligiendo el producto que mejor se adapte a nuestra piel.

Si se trata de una piel grasa buscaremos un fondo sin aceites (fluido), y que además trate.

En el caso de una piel seca buscaremos un producto con base oleosa, (crema) ya que los pigmentos del maquillaje aumentan la sequedad de la piel y se marcan más las arrugas.

Hay que fijarse que los productos elegidos sean “hipoalergénicos” “testados dermatológicamente” y no “comedogénicos” sobre todo si tenemos la piel sensible y/o reactiva. Además, también es conveniente observar que todos los componentes estén descritos en el INCI.

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Los productos para maquillar los ojos (sombras, eye-liner, máscara de pestañas…) deben estar formulados específicamente para cumplir las necesidades de los ojos sensibles, y así minimizar el riesgo de irritación y alergia.

Las sombras de ojos tienen un alto contenido de pigmentos (óxido de zinc y óxido de titanio) para conseguir la máxima cobertura. A su vez, la máscara de pestañas y eye-liner, al estar en contacto con los ojos, también necesitan una formulación especial con ceras y agentes gelificantes.

Tips para elegir un buen maquillaje: 

• Usa bases de maquillaje específicas para tu tipo y estado de la piel.
• Siempre que sea posible, pide una muestra o realiza un pequeño test del producto, en la parte interior de la muñeca.
• No ir al sol o  tomar el sol con maquillaje, la piel siempre limpia, hidratada y con protector solar sin color.
• Si utilizas fotomaquillaje (protección solar con color) está indicado para pasear por la ciudad o de chiringuito, no es aconsejable para tomar el sol. En este caso sería mejor utilizar un fotoprotector sin color.

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