El envejecimiento de la población está aquí, se estima que para el año 2050, el porcentaje de personas mayores de 60 años se duplicará, y esto, sin duda, supondrá́ un problema sociosanitario ya que el envejecimiento está íntimamente relacionado con el desarrollo de enfermedades asociadas a la edad.

Nos encontramos en un parón de investigación debido al COVID, y es importante seguir en ello para abordar más y mejor en la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

¿Por Qué envejecemos mal?

¿Sabéis lo que es la senescencia celular?

La senescencia celular se define como una etapa irreversible en la que la célula detiene su capacidad proliferativa y es resistente a la apoptosis, aunque sigue siendo metabólicamente activa. Estas células emiten una serie de factores inflamatorios que promueven un entorno inflamatorio de bajo grado, siendo este el principal promotor del envejecimiento.

¿Qué son los agentes senolíticos?

Son derivados de productos naturales, algunos, encaminados a inhibir las vías pro-supervivencia que hacen posible que estas células sean resistentes a la apoptosis. No obstante, se encuentran en fase experimental y aún no hay una aprobación para su uso en humanos.

Hasta hace relativamente poco tiempo existía un único enfoque no genético destinado a prolongar la longevidad: la restricción dietética/calórica, es decir basar tu dieta en una reducción del 20- 40% en la ingesta de calorías diarias sin causar desnutrición.

Sin embargo, el hecho de realizar un régimen de restricción calórica puede ser incómodo, de forma que los científicos decidieron buscar medicamentos, suplementos alimenticios o intervenciones dietéticas menos drásticas que puedan imitar a la restricción calórica en lo que respecta a la prolongación de la longevidad (Bielak-Zmijewska et al., 2019).

Por ejemplo, los ayunos, el ejercicio físico de mediana intensidad y los ritmos circadianos adecuados evitando la cronodisrupcción podrían ayudar a gestionar la senescencia.

Hoy día hay una intensa búsqueda de compuestos con potencial para eliminar las células senescentes y prevenir el envejecimiento, son los llamados “agentes senolíticos”.

Un agente senolítico es un compuesto que posee estructuras químicas muy variadas, pudiendo obtenerse de productos naturales o mediante síntesis química y han de ejercer una terapia senolítica que se aborda desde tres niveles:

• Destrucción específica de células senescentes.
• Inhibición o silenciar los factores inflmatorios
• Mejora del sistema inmune para la eliminación de células senescentes.

Hot día, un abordaje “senoterapéutico” podría preveer muchas patologías relacionadas con la edad, como es el caso de las enfermedades neurodegenerativas.

Sin embargo, aunque se supone que los senolíticos son específicos de las células senescentes, siempre pueden existir efectos secundarios no deseados que vienen como consecuencia de una administración no indicada por un profesional sanitario, como es el caso de derivados de productos naturales con actividades biológicas menos definidas.

Hoy por nanotecnología, se busca administrar  los agentes senolíticos mediante el uso de nanocápsulas, de esta forma, los agentes senolítocos únicamente se liberarán en las células senescentes, reduciendo en gran medida los efectos secundarios no deseados que pudiesen tener como consecuencia de su acción en células normales.

En la actualidad, existen numerosos compuestos naturales que tienen propiedades antienvejecimiento. Sin embargo, la mayoría de ellos ejercen dicho efecto a través de su actividad farmacológica antioxidante, de manera que reducirán los niveles de daño oxidativo en ciertos órganos y, en consecuencia, los efectos asociados al envejecimiento.

No obstante, algunos de esos compuestos con propiedades antioxidantes tienen, además, propiedades senolíticas, de manera que previenen el envejecimiento y sus consecuencias asociadas por otras rutas bioquímicas diferentes.

Los más conocidos son la Quercetina, Curcumina y la Fisetina:

Quercetina:

La Quercetina es un flavonoide usado en dietética presente en muchos vegetales, además del té y el vino tinto.

Se considera que tiene diversas actividades biológicas tales como antioxidante, anticancerígeno, antiviral, antibacteriano, antiinflamatorio y previene enfermedades cardiovasculares.

Es por ello que se utiliza en la actualidad como suplemento nutricional y remedio fitoquímico para una gran diversidad de enfermedades como obesidad, diabetes, disfunción circulatoria, además de para tratar trastornos relacionados con el estado de ánimo.

Fisetina:

La Fisetina, es un flavonoide presente en varias frutas y verduras como manzanas, uvas, caquis, fresas, pepinos y cebollas.

Posee numerosas propiedades farmacológicas como efectos antitumorales, antiinflamatorios, antiangiogénicos, antihiperglucémicos, hipolipemiantes y neuroprotectores, además de una marcada actividad antioxidante por su capacidad para eliminar radicales libres.

En el año 2017, Zhu y colaboradores descubrieron su actividad senolítica. Observaron que inducía apoptosis de forma selectiva en células senescentes, aunque solo en algunos tipos celulares.

Si bien Fisetina es un flavonoide con diversos efectos farmacológicos como ya os he comentado anteriormente, la actividad biológica más prometedora hasta ahora documentada es su capacidad anticipada de atacar los mecanismos del envejecimiento a través de la inhibición de rutas SCAP y un estudio reveló que Fisetina era incluso más efectivo que Quercetina, en la medida en que podía reducir los marcadores de senescencia sola.

Curcumina

La Curcumina, es un polifenol hidrófobo que se encuentra en el rizoma de la cúrcuma (Curcuma longa). Posee actividades farmacológicas ampliamente estudiadas como anticancerígena, antiinflamatoria, antioxidante y antimicrobiana.

Además, debido a su naturaleza polifenólica, también se ha estudiado por su enorme potencial terapéutico para retrasar el envejecimiento, así como prevención y tratamiento de patologías relacionadas con la edad.

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Lo que más me gusta de la Curcumina es:

• Mimetiza la restricción calórica, logrando aumentar el nivel de sirtuinas y AMPK (que son proteínas antienvejecimiento).
• Mejora la efectividad de la actividad física.
• Mantiene la diversidad y viabilidad del microbioma.
• Tiene actividad antitumoral, de manera que puede reducir la progresión de tumores ya existentes.
• Modula el proceso de la autofagia, el cual destruye a las células senescentes, pudiendo prevenir la senescencia celular.

Efectos secundarios:

Según la FDA está clasificada como una sustancia segura puesto que no se han registrado efectos adversos relevantes en los estudios clínicos realizados. No obstante, se han notificado efectos adversos leves entre los que se incluyen cansancio, dolor de cabeza, somnolencia, náuseas y diarrea.

También, se ha detectado que en algunos pacientes produce flatulencia y reacciones alérgicas, y hepatotoxicidad en casos de ingestas elevadas y mantenidas en el tiempo (EMA, 2018).

Conclusión:

Estos compuestos, a pesar de tener especificidad por las células senescentes, no están exentos de efectos secundarios. No obstante, no se consideran efectos adversos graves y, además, se están desarrollando nuevas estrategias para conseguir una administración dirigida exclusivamente hacia las células senescentes.

La mayoría de los compuestos naturales que os he explicado en el post,  también tienen actividad anticancerígena y están siendo investigados para su uso en la terapia antineoplásica.

Espero que os haya sido de ayuda.. si os a gustado comenta en el blog.

Bibliografía: Resumen del trabajo de Fin de Grado