A día de hoy, lo que más nos preocupa es poder enfrentarnos al nuevo virus COVID-19 y lograr superar esta pandemia.
¿Tenemos un sistema inmunitario fuerte capaz de vencer a nuestro nuevo enemigo en caso de contagio?.
Habréis visto en los medios de comunicación que muchos individuos infectados pasan prácticamente asintomáticos, es por eso que la transmisión puede ocurrir y ha ocurrido a partir de individuos aparentemente sanos, pudiendo durar este periodo hasta dos semanas, e incluso más. ¿Será por su sistema inmunitario?
Como leía hace unos días en un articulo científico sobre el COVID-19:
«Esta podría ser la batalla de salud pública mas dura de los últimos tiempos, pero la humanidad está posicionada para terminar ganando.”
Estas semanas he tenido muchas consultas sobre qué tomar para reforzar nuestras defensas, he tenido que desmontar muchos bulos de cómo vencer al virus en caso de contagio, y como tener los menos síntomas posibles, así que rebuscando en la ciencia, encontré una publicación que me pareció interesante…
Hay evidencia de que, aparte del sistema respiratorio, el virus puede infectar células en el tracto gastrointestinal (boca, esófago, estómago, intestinos) de ahí la importancia de una microbiota sana y una buena alimentación, pero hasta que no llegue una vacuna, un tratamiento o remita la pandemia, el aislamiento social nos guste o no nos guste ha de ser muy riguroso.
Este será mi último post sobre el COVID-19 sobre qué hay de verdad en micronutrición, probióticos e inmunidad frente a al virus:
Micronutrientes en la prevención de las infecciones virales.
Se sabe que la optimización de un estado nutricional con una buena alimentación y ciertos suplementos pueden aumentar nuestras defensas y conseguir reforzar nuestro sistema inmunitario.
No voy a proponer que empecéis a tomar suplementos por vuestra cuenta, ya que el apoyo micronutricional debe estar supervisado e individualizado por un especialista y en muchos casos, se pueden generar problemas de dosis, efectos secundarios, contraindicaciones e interacciones con la medicación.
El sistema inmunitario es muy complejo y los elementos que lo integran participan en numerosas funciones de forma integrada con otros sistemas del organismo.
En la protección frente a agentes extraños (bacterias, virus, parásitos, hongos, levaduras, pólenes, proteínas alimentarias, toxinas etc.), una primera línea de defensa la constituyen las barreras físicas y químicas, como son la piel y las mucosas (nasal, intestinal, etc.), sus secreciones (pH ácido del estómago, lisozima, y otros componentes antibacterianos del sudor y otras secreciones) y la microbiota autóctona protectora.
Una vez que los patógenos han atravesado esta primera barrera, el sistema inmunitario pone en marcha mecanismos de defensa activa que se pueden dividir en dos categorías:
- Respuesta inmune innata o inespecífica
- Respuesta inmune adaptativa o específica (también llamada inmunidad adquirida).
En ambos casos actúan las células inmunocompetentes y una serie de factores solubles (complemento, anticuerpos, citoquinas).
Que nos dice la ciencia sobre micronutrición:
Vitaminas
- Vitamina A: Su deficiencia está fuertemente involucrada en el sarampión y la diarrea., incluso el sarampión puede volverse grave en los niños no vacunados con deficiencia de vitamina A.
La suplementación con vitamina A se ha visto que redujo la morbilidad y la mortalidad en diferentes enfermedades infecciosas, como el sarampión, la enfermedad diarreica, la neumonía relacionada con el sarampión, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la malaria.
- Vitaminas B: Una falta de vitaminas B puede debilitar la respuesta inmune del huésped, se ha comprobado que debe suplementarse a los pacientes infectados por el virus para mejorar su sistema inmunológico.
Por lo tanto, las vitaminas B podrían elegirse como una opción básica para el tratamiento de COVID-19.
- Vitamina C: Conocida por su papel en la síntesis de colágeno en los tejidos conectivos, actúa como antioxidante. La vitamina C también apoya las funciones inmunes y protege contra la infección causada por un coronavirus.
- Vitamina E: Es indiscutible también el hecho de que una ingesta adecuada de vitamina E es esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Se ha podido demostrar que la deficiencia de este nutriente está asociada con una respuesta inmune deteriorada, produciéndose alteraciones en la inmunidad humoral, inmunidad celular y la función fagocítica.
- Vitamina D: La vitamina del sol. Ahora que estamos confinados en nuestros hogares o residencias y los que trabajan de noche, todos podemos tener deficiencia, al igual que muchas personas mayores, que tienen una exposición limitada a la luz solar.
Ácidos grasos poliinsaturados Omega-3
Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI) son mediadores importantes de la inflamación y las respuestas inmunes adaptativas.
Los AGPI omega-3 y omega-6 promueven efectos antiinflamatorios y proinflamatorios. Son precursores de resolvinas / proteinas y prostaglandinas / leucotrienos, respectivamente.
Los Omega-3, incluida la proteina D1, podrían considerarse una de las posibles intervenciones de este nuevo virus, COVID-19.
Minerales:
El hierro, el zinc, el cobre y el selenio son necesarios para un funcionamiento adecuado del sistema inmunitario y son fundamentales para una correcta protección frente a las infecciones.
Un aporte inadecuado de estos nutrientes está asociado con una supresión de la inmunidad celular y de la inmunidad adquirida; si se produce esta situación estaría aumentado el riesgo de morbilidad y mortalidad por infecciones virales, microbianas y parasitarias. Sin embargo, al suplementar con el nutriente deficitario se restaura la inmunocompetencia.
Selenio: La deficiencia de selenio en la dieta, causa estrés oxidativo en el huésped y puede alterar el genoma viral para que un virus normalmente benigno o levemente patogénico pueda volverse altamente virulento en el huésped deficiente bajo estrés oxidativo.
La deficiencia de selenio también induce no solo un deterioro del sistema inmunitario del huésped, sino también una rápida mutación de las variantes benignas de los virus de ARN a la virulencia.
Zinc: un oligoelemento dietético, importante para el mantenimiento y el desarrollo de las células inmunes del sistema inmunitario innato y adaptativo.
La deficiencia de zinc provoca la disfunción de la inmunidad humoral y mediada por células y aumenta la susceptibilidad a enfermedades infecciosas.
Administrando Zinc a niños con deficiencia se podría reducir la morbilidad y mortalidad relacionadas con el sarampión ( en no vacunados) causadas por infecciones del tracto respiratorio inferior.
Parece ser que la combinación de zinc y piritiona a bajas concentraciones inhibe la replicación del coronavirus del SARS (SARS-CoV).
Por lo tanto, el suplemento de zinc puede tener efecto no solo en los síntomas relacionados con COVID-19 como la diarrea y la infección del tracto respiratorio inferior, sino también en COVID ‐19 en sí.
Hierro: necesario tanto para el huésped como para el patógeno, la deficiencia de hierro puede afectar la inmunidad del huésped, mientras que la sobrecarga de hierro puede causar que el estrés oxidativo propague mutaciones virales dañinas. Se ha informado que la deficiencia de hierro es un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones agudas recurrentes del tracto respiratorio.
Colágeno:
Parece ser que la ingestión de péptidos de colágeno, ayuda a desarrollar inmunidad contra virus, aun faltan más estudios.
Las NK o células asesinas y los linfocitos T son necesarios para el control viral, un agotamiento funcional de estos linfocitos se correlaciona con la progresión del COVID-19, se vio que la ingestión de un péptido de colágeno mejoraba el numero de celular NK y células T y se observó también una mejora significativa en los síntomas subjetivos de la diarrea y la perdida de apetito.
Espero haberos aclarado dudas, todo esta sacado de un artículo muy reciente de febrero del 2020.
Cualquier consulta sobre micronutrición, probióticos e inmunidad puedes hacerla en comentarios.
#quedateencasa #cuidatemucho #resistiré
Bibliografía:
RESUMEN del articulo: «Potential interventions for novel coronavirus in China: A systematic review. Lei Zhang . Yunhui Liu
Teresa Bonnin
Para los que no me conocen soy mallorquina de pura cepa y una amante incondicional de la “Serra de Tramuntana”.
He decidido escribir un blog sobre diferentes temas relacionados con el mundo de la farmacia, la cosmética, la nutrición y la salud hormonal.
Al no haber Facultad de Farmacia en Mallorca me desplacé a Barcelona a estudiar la carrera, después de ser madre muy joven (a los 30 ya tenía dos niñas) me dediqué después de criarlas a seguir estudiando y a formarme.
Hice un Máster en Atención Farmacéutica Comunitaria por la Universidad de Valencia, un postgrado en Nutrición por la Universidad de Navarra, me especialice en cosmética farmacéutica y realice varios cursos de Educación y Asesoría nutricional.
Hace unos años, en el 2012 volví a la Facultad, nuevamente fui estudiante y me gradué en Dietética y Nutrición, abriendo una consulta de nutrición (Sanudiet).
Soy una apasionada de la cosmética y la formulación individualizada,me interesa todo lo relacionado con la nutrición y la dietética, soy experta en salud hormonal de la mujer en todas las etapas de su vida.
Me encantaría compartir contigo mis conocimientos a través de este blog, puedes seguirme también en mi perfil de instagram como @teresabonnin
Espero que te suscribas, que comentes y estemos en contacto.
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