30. abril 2013
Nueve de cada diez personas están afectadas por el virus del herpes simple (HSV).
Después de que el huésped se infecta, el virus permanece en estado latente en las neuronas durante el resto de la vida.
¿Qué medidas terapéuticas se pueden implementar entonces?
Actualmente se conocen ocho tipos diferentes de virus del herpes humano, que se subdividen en tres subfamilias. El causante del herpes labial es por lo general el tipo 1 (HSV-1). El HSV-2, menos habitual, también lo produce, y con una frecuencia cada vez mayor. Durante mucho tiempo se creyó que el HSV-2 era el agente patógeno exclusivo del herpes genital. En Alemania se observan anticuerpos contra el HSV-1 en aproximadamente el 88% de los adultos. La reactivación del virus en forma de infecciones recurrentes de herpes se produce en el 20-40% de los afectados.
El virus del herpes es absolutamente testarudo: a pesar de los anticuerpos permanece en estado latente a lo largo de toda la vida del huésped. El único consuelo: a partir del 35º año de vida la frecuencia de las recurrencias suele disminuir.
No, otra vez no…un herpes!!!
Cuando notamos prurito, dolor o ardor a veces es demasiado tarde.
La infección del virus del herpes evoluciona en siete fases:
- Fase prodrómica: dolor, hormigueo, ardor, sensación de tensión en la piel todavía intacta. No ocurre en todos los pacientes.
- Fase eritematosa: la piel se enrojece.
- Fase de pápulas: aparecen pápulas dolorosas.
- Fase vesicular: la pápulas se “inflan” y se convierten en ampollas llenas de líquido (vesículas). La secreción contiene millones de virus y es altamente infecciosa por contacto.
- Fase de ulceración: ruptura y fusión de las vesículas, formación de llagas dolorosas y supurantes.
- Fase de costra: formación de costras pruriginosas.
- Fase de curación: curación de la inflamación y los enrojecimientos restantes sin formación de cicatriz.
Según la fuente que se consulte, estas fases a veces se resumen en cinco etapas. La situación se vuelve grave si en la infección inicial el agente patógeno migra hacia arriba y genera una meningoencefalitis herpética.
¿Que produce una nueva recidiva?
- El estrés hace brotar ampollas.
- Náuseas, resfriado, fiebre, radiación UV, la menstruación en mujeres.
Sin embargo, dos de las causas más importantes radican en el estrés y el agotamiento, según demuestran de forma muy categórica recientes estudios:
En un estudio francés, el 60% de los 2.056 participantes indicaron que estos dos factores eran los desencadenantes para las recurrencias herpéticas.
Las personas estresadas tienen una probabilidad dos veces más elevada de sufrir herpes labial que las relajadas. Las hormonas del estrés (adrenalina y noradrenalina) así como el cortisol aumentan el índice de replicación viral. Además, los transmisores del estrés inhiben la activación de los macrófagos mediante interferones y la migración de las células NK (natural killer). Esto a su vez reduce el reconocimiento específico y la destrucción de las células infectadas por el virus a través de las citotoxinas y la apoptosis.
En un estudio piloto, las psicólogas Pfitzer y Clark, de la Universidad de Tubinga, estudiaron la eficacia de una terapia de hipnosis para las infecciones recurrentes de herpes labial. Después de cinco sesiones, los episodios de herpes redujeron su frecuencia e intensidad de forma significativa en comparación con el grupo control. Presumiblemente, la razón de este buen resultado reside en la reducción del estrés a través de la hipnosis.
En la prensa no médica circulan docenas de remedios caseros. Se recomienda incluso una pasta de ajo hecha en casa. Sin embargo, no se menciona si la eficacia del método radica en los compuestos de azufre desinfectantes presentes en el ajo o en la carencia de besos resultante. Los dentífricos también son cuestionables, pues aunque producen sequedad y pueden tener un efecto desinfectante suave, con seguridad no se detecta ningún efecto virustático en ellos. Y aunque tal vez ayudan a que las costras se curen más rápido, también favorecen la colonización a través de otros agentes patógenos.
Extracto de Melissa officinalis
En los cribados antivirales con extractos de plantas se identificaron más de mil hierbas con propiedades antivirales. Los compuestos fenólicos tales como las saponinas, los antranoides como la hipericina o la aloe emodina, los flavonoides como la quercetina, los ácidos fenolcarboxílicos como ácido rosmarínico y los taninos constituyen sólo una pequeña muestra. En otro estudio aleatorizado realizado por Koytchev, Alken y Dundarov, 66 pacientes que sufrían al menos cuatro episodios herpéticos por año fueron tratados con una crema que contenía extracto de Melissa officinalis o toronjil (Lomaherpan ®). Los participantes debían aplicar la crema cuatro veces al día durante cinco días. Los autores atribuyeron una eficacia significativa al preparado. Otros estudios de Wölbling et al. mostraron que la crema de Melissa officinalis reduce el tiempo de cicatrización de los episodios herpéticos y prolonga los intervalos entre las recurrencias de forma significativa.
Aceite del árbol del té
En un estudio aleatorizado y controlado por placebo con 20 pacientes de herpes, se estudió la efectividad del aceite del árbol del té. En un grupo se utilizó un gel de árbol del té al 6%, mientras que el resto recibió un placebo. En el grupo del aceite transcurrieron nueve días hasta la aparición de la fase de re-epitelización, mientras que en el grupo placebo dicho lapso fue de 12,5 días. Sin embargo, debido al reducido número de participantes no puede hablarse de un resultado significativo. También resulta cuestionable denominar al estudio “controlado por placebo”, pues el aceite del árbol del té posee un olor tan intenso que el gel del placebo se podía identificar con facilidad. Por otro lado, el riesgo alergénico relativamente alto del aceite del árbol de té con seguridad no lo convertirá en la panacea contra el herpes.
El ruibarbo y la salvia contra el aciclovir
En un estudio comparativo aleatorizado de sustancias realizado por Büechi con 145 sujetos con herpes labial, se cotejó la efectividad del aciclovir con la de un extracto de salvia o de salvia y ruibarbo (Phytovir ®). Un estudio anterior, destinado a comparar la eficacia del extracto de ruibarbo con un antiviral, debió ser interrumpido debido al limitado efecto del fitofármaco. El estudio en cuestión comenzó con un cribado realizado en el Instituto de Virología de la Universidad de Zúrich. El resultado fue que tanto las hojas de salvia como las de ruibarbo mostraban un efecto antiviral contra el HSV-1. El ruibarbo, con antranoides y taninos, resultó ser más potente que las hojas de salvia, que contienen aceites esenciales y taninos. La combinación de ruibarbo y salvia (23 mg de cada uno/g de extracto) resultó tan eficaz en el estudio como la crema de aciclovir.
No se encontraron diferencias significativas en los tres grupos en cuanto al tiempo promedio hasta la formación de costras y la curación. El tiempo promedio de curación con la crema de salvia fue de 7,6 días, con la crema de ruibarbo y salvia 6,7 días y con el aciclovir el resultado fue de 6,5 días. Los pacientes del grupo del aciclovir manifestaron una menor inflamación, mientras que en la segunda visita de seguimiento los sujetos del grupo ruibarbo-salvia se quejaron de menos dolores que los grupo salvia. Al comparar aciclovir con ruibarbo-salvia no se encontró ninguna diferencia significativa. Del tratamiento de los pacientes afectados por el SIDA, se sabe que una combinación de diversas sustancias resulta más eficaz que la monoterapia.
Virustáticos
En los estándares terapéuticos y en las directrices para automedicación de la Unión Alemana de Asociaciones Farmacéuticas (ABDA) se recomiendan los análogos de nucleósidos aciclovir y penciclovir, ambos disponibles sin necesidad de receta. Los dos inhiben la ADN polimerasa viral y por ende la replicación de los virus del herpes. Ambos fármacos continúan ejerciendo su acción incluso cuando el virus ya ha penetrado en la célula. La duración de la enfermedad se reduce entre uno y dos días, la formación de costras también se acelera. Las pomadas se aplican cada dos a cuatro horas con un hisopo de algodón. Los pacientes deben lavarse las manos minuciosamente después de cada aplicación, para evitar la expansión del virus.
Después de diez años de estancamiento en el mercado de los antivirales herpéticos, en 2008 se aprobó el uso del docosanol (un alcohol saturado de cadena larga) para el tratamiento del herpes labial en las etapas 1 y 2. Se da por hecho que el mecanismo de acción del docosanol consiste en la inhibición de la fusión entre los virus de envoltura lipídica y la membrana plasmática, impidiendo así la absorción intracelular y la posterior replicación del virus. Cuando se realiza un análisis conjunto de ambos estudios, se obtiene que el tiempo promedio hasta la curación es de 4,1 días con docosanol frente a 4,8 días para el placebo (la diferencia es de 17,5 horas). Lo mismo se aplica a los síntomas acompañantes, como dolor, hormigueo o ardor, que desaparecen alrededor de medio día antes, según el resultado de un estudio realizado por SACKS, S.L. et al.
Das Arzneitelegramm (a-t 2008; 39: 58-9) pronostica importantes defectos en el diseño del estudio y su juicio sobre el mismo es negativo: estadísticamente sólo se puede demostrar una diferencia con respecto al placebo en uno de los dos estudios. Tres estudios negativos adicionales (no publicados) generan dudas sobre si incluso los escasos beneficios documentados pudieran deberse a la casualidad. Por ello no recomendamos el docosanol.
El foscarnetsodio, un análogo de los pirofosfatos que también ha sido homologado como pomada, es de prescripción obligatoria. En parte se utiliza de forma off-label para tratar el herpes labial. En una comparación controlada por placebo más antigua realizada por Lawe et al. con 143 pacientes, una preparación al 3% no tuvo ningún efecto apreciable sobre el tiempo de curación.
Zinc por vía oral para la profilaxis
También las sales de zinc, como el sulfato de zinc o la histidina de zinc, inhiben la penetración de los virus en las células de huésped a través del zinc disociado. Adicionalmente promueven la cicatrización de la herida al secar las ampollas, aunque este efecto no debe confundirse con el de las pomadas o pastas de zinc: aunque en estos preparados farmacéuticos la sal de zinc se encuentra en altas concentraciones, lo hace en forma de óxido inorgánico de zinc. Este compuesto actúa como un deshidratante físico pero no disocia, y por lo tanto no ejerce ninguna acción virustática.
En un estudio de Femiano et al. se investigó qué influencia tenía la administración de 2 x 22,5 mg de sulfato de zinc por día sobre la frecuencia de la patología. Sólo participaron pacientes que sufrían más de seis ataque de herpes al año. Los participantes recibieron la cura de zinc de dos meses de duración dos veces al año. Después de un año de implementación se registró una reducción a tres ataques por año. La duración de los episodios también se redujo. En otros estudios se demostró que el gluconato de zinc y el lactato de zinc también resultaban eficaces contra el HSV 1 y el 2.
Un enfoque ortomolecular consiste en el tratamiento oral con lisina.
El aminoácido se comporta como antagonista de la arginina, que promueve el crecimiento del virus del herpes. La lisina reemplaza a la arginina del sistema común de transporte a través de la pared intestinal. El virus incorpora erróneamente la lisina en sus estructuras de ADN, lo que interrumpe su crecimiento. En un estudio realizado por Griffith, Norins y Kagan se investigó el efecto de entre 312 y 1200 mg de lisina sobre el efecto profiláctico del herpes labial. La frecuencia y la duración de los episodios se redujeron.
Camuflaje de ampollas
Otro producto médico homologado son los parches antiherpes carentes de sustancias activas. Cubren las ampollas, actuando según el principio de la curación húmeda de heridas por oclusión. Las ampollas labiales duelen y se convierten en una carga psíquica para el paciente, lo que a su vez promueve una nueva infección. Un efecto cosmético por camuflaje podría contrarrestar (al menos en teoría) la aparición de un nuevo episodio de la enfermedad.
Bibliografía: Artículo de Matthias Bastigkeit sobre Herpes.
Teresa Bonnin
Para los que no me conocen soy mallorquina de pura cepa y una amante incondicional de la “Serra de Tramuntana”.
He decidido escribir un blog sobre diferentes temas relacionados con el mundo de la farmacia, la cosmética, la nutrición y la salud hormonal.
Al no haber Facultad de Farmacia en Mallorca me desplacé a Barcelona a estudiar la carrera, después de ser madre muy joven (a los 30 ya tenía dos niñas) me dediqué después de criarlas a seguir estudiando y a formarme.
Hice un Máster en Atención Farmacéutica Comunitaria por la Universidad de Valencia, un postgrado en Nutrición por la Universidad de Navarra, me especialice en cosmética farmacéutica y realice varios cursos de Educación y Asesoría nutricional.
Hace unos años, en el 2012 volví a la Facultad, nuevamente fui estudiante y me gradué en Dietética y Nutrición, abriendo una consulta de nutrición (Sanudiet).
Soy una apasionada de la cosmética y la formulación individualizada,me interesa todo lo relacionado con la nutrición y la dietética, soy experta en salud hormonal de la mujer en todas las etapas de su vida.
Me encantaría compartir contigo mis conocimientos a través de este blog, puedes seguirme también en mi perfil de instagram como @teresabonnin
Espero que te suscribas, que comentes y estemos en contacto.
Latest posts by Teresa Bonnin (see all)
- ¿Sabés que tipo de caída capilar tienes? - 27 octubre, 2024
- Medicamentos que pueden provocar una caída capilar - 20 octubre, 2024
- 3 productos para detener la caída capilar en Otoño - 6 octubre, 2024
Articulo muy interesante… Yo personalmente he tenido muchos, muchos herpes labiales a lp laego de mi vida… La época más prolifica era la de lo examenes de la carrera (confirmo lo del estres, por tanto) y durante los embarazos.
Tras llegar a pasar epocas en las que encadenaba uno con otro y no tener los labios en condiciones durante varias semanas, creo que por fin he encontrado lo que mejor me va… Es simple y llanamente aplicar hielo (protegiendo la piel con una gasita, no directo). Frena casi por completo el avance del herpes, lo reduce. Lo aplico durante unos minutos,15, 20 y es sensacional. Casi no he vuelto a tener herpes desde que lo hago, y si por circunstancias tengo uno, su durscion y virulencia don minimos.
Un saludo