Desde hace unos meses, las redes sociales están que arden con el término «resistencia a la insulina».
Hoy en el post os explico todo lo que deberiais saber y cómo prevenirla, para lograr un envejecimiento saludable.
La prevalencia del síndrome metabólico en la mujer es de un 22% en la mujer y aumenta entre 40-50% en postmenopausia.
Se espera para 2025 más de 50 millones de mujeres en el mundo en etapa menopáusica serán diabéticas tipo 2.
La mitad de población no está aún diagnosticada y por cada año en la posmenopausia se deteriora un 6% la tolerancia a la glucosa.
¿Qué es la resistencia a la insulina?
Todos sabemos que la insulina es una hormona que se encarga de regular nuestros niveles de azúcar en la sangre.
Cuando hay una resistencia a la insulina, las células de los músculos, la grasa y el hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Como resultado, el páncreas produce más insulina para ayudar a que la glucosa entre las células. Mientras el páncreas pueda producir suficiente insulina para superar la débil respuesta de las células a la insulina, los niveles de glucosa en la sangre se mantendrán en un rango saludable. Pero cuando se agota, puede llegarse a lo que conocemos como diabetes Tipo 2.
La resistencia a la insulina puede estar causada por varios factores, como la genética, el estilo de vida, el exceso de peso o algunas enfermedades.
Algunos síntomas que pueden indicar su presencia son el aumento de peso, alimentación con exceso de azucares, la fatiga, el hambre, la sed, las infecciones o problemas en la piel.
Pero… sabías que la resistencia a la insulina puede prevenirse y tratarse con hábitos de vida saludables…
¿Cómo saber si tengo resistencia a la insulina?
La resistencia a la insulina suele ser asintomática en sus primeras etapas, por lo que muchas personas no saben que la tienen. Sin embargo, algunos síntomas de la resistencia a la insulina son:
- Hambre extrema o hambre después de comer. Las personas con resistencia a la insulina pueden experimentar un aumento en el apetito, incluso después de haber comido. Además de sed intensa y boca seca.
- Hormigueo en las manos y pies recurrentes. La sensación de hormigueo o entumecimiento en las extremidades puede ser un síntoma de la resistencia a la insulina.
- Cansancio y fatiga. Puedes sentirte constantemente cansado o fatigado, incluso después de descansar adecuadamente.
- Infecciones recurrentes, ya que la resistencia a la insulina puede debilitar el sistema inmunológico, lo que aumenta la facilidad a infecciones como resfriados, gripes y enfermedades de la piel. Como acné o manchas oscuras en el cuello, las axilas o las ingles conocidas como acantosis pigmentaria.
- Dificultad para concentrarse. Algunas personas pueden experimentar dificultad para concentrarse o problemas de memoria.
- Hipertensión arterial. La resistencia a la insulina puede contribuir al desarrollo de hipertensión arterial, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Niveles altos de colesterol. La resistencia a la insulina puede elevar los niveles de colesterol LDL en la sangre.
- Aumento de peso, especialmente en el abdomen. Las personas con resistencia a la insulina pueden tener dificultades para controlar su peso, especialmente en la zona abdominal.
- Alteraciones menstruales o infertilidad en las mujeres, e incluso disfunción eréctil en los hombres.
¿Qué me puede pasar si tengo resistencia a la insulina?
La resistencia a la insulina puede tener varias complicaciones si no se trata adecuadamente, como: Diabetes tipo 2, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico (SOP), hígado graso, del que os hablaré en próximo post y aterosclerosis.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar la resistencia a la insulina se pueden realizar diferentes pruebas, analiticas. O bien una antropometría con sistema DEXA y determinar la grasa visceral.
El tratamiento de la resistencia a la insulina se basa en modificar los hábitos de vida y, en algunos casos, tomar medicamentos.
Algunas medidas que se pueden adoptar son:
- Perder peso: Reducir el exceso de grasa corporal mejora la sensibilidad a la insulina.
- Hacer ejercicio físico: La actividad física regular aumenta el consumo de glucosa por los músculos y reduce el nivel de insulina.
- Seguir una dieta equilibrada: Se recomienda limitar el consumo de azúcares simples, grasas saturadas y trans, y alcohol, y aumentar el consumo de fibra, proteínas magras, frutas, verduras y cereales integrales.
Y por supuesto una intervención nutricional y clínica personalizada.
¿Además de modificar hábitos, hay suplementación para la resistencia a la insulina?
Sabéis que siempre me gusta poner referencia bibliográficas o sea que en cada suplemento os dejo el link para las más curiosas:cromo
- El cromo: Es un mineral que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono y mejora la acción de la insulina.
- El magnesio: Es un mineral que interviene en más de 300 reacciones enzimáticas y favorece el transporte de glucosa a las células.
- La canela: Es una especia que tiene propiedades hipoglucemiantes e hipolipemiantes y mejora la sensibilidad a la insulina.
- El ácido alfa lipoico, del que ya os hablé un anterior post, es un antioxidante que protege las células del daño oxidativo y aumenta el consumo de glucosa por los músculos. Lo obtendrás en zanahorias, espinacas, brócoli, remolacha, coles de bruselas. guisantes o boniatos.
- El extracto de té verde: Es una bebida que contiene polifenoles y cafeína que estimulan el metabolismo y reducen el nivel de glucosa e insulina.
Y otro punto importante es el papel de los ácidos grasos en la resistencia a la insulina,son componentes nutricionales esenciales y estudios recientes los identifican como moléculas de señalización en varios procesos fisiológicos.
El estado de resistencia a la insulina tiene un rol importante desde el punto de vista clínico ya que se encuentra asociado a varias enfermedades, entre las que se incluyen la diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias y anormalidades cardiovasculares y estudios recientes han propuesto diversos mecanismos moleculares a través de los cuales estos lípidos pueden alterar la vía de señalización de la insulina.
Espero que te haya gustado el post.
Si es así comenta y comparte…así me ayudas a crecer.
Feliz lunes!!!
Teresa Bonnin
Para los que no me conocen, soy mallorquina de pura cepa y una amante incondicional de la “Serra de Tramuntana”.
Al no haber Facultad en Mallorca, me desplacé a Barcelona a estudiar Farmacia. Y después de ser madre muy joven, a los 30 ya tenía dos niñas, me dediqué después de criarlas (ahora ya son las dos farmacéuticas) aseguir estudiando y a formarme. Hice un Master en Atención Farmacéutica Comunitaria por la Universidad de Valencia, unpostgrado en Nutrición por la Universidad de Navarra, me especialice en cosmética farmacéutica y realice varios cursos de educación y asesoría nutricional.
Hace 2 años,en el 2012 volví a la Facultad, nuevamente fui estudiante y me diplomé en Dietética y Nutrición, abriendo una zona especializada en Farmacia Bonninllamada SANUDIET
Soy una apasionada de la cosmética,y me interesa todo lo relacionado con lanutrición y la dietética, y me encantaría compartir contigo mis conocimientos y espero que te suscribas y estemos en contacto.
Latest posts by Teresa Bonnin (see all)
- Glutamina: el aliado perfecto para mejorar tu salud - 17 diciembre, 2023
- Cortisol, como regularlo - 5 diciembre, 2023
- ¿Como tratar el sindrome presmestrual? - 12 noviembre, 2023