Osteoporosis y microbiota

La osteoporosis afecta a una de cada tres mujeres mayores de 50 años y provoca fracturas por fragilidad. La deficiencia de estrógenos durante y después de la menopausia exacerba la pérdida ósea, lo que explica una mayor prevalencia de fracturas en las mujeres.

La microbiota intestinal, se ha propuesto como un regulador clave de la salud ósea, ya que realiza funciones vitales como la regulación inmune y la biosíntesis de vitaminas. Por lo tanto, se ha propuesto como un objetivo para una posible intervención terapéutica para reducir la pérdida ósea, la suplementación con probióticos.

En un estudio publicado en nutrients, se examinaron la efectividad de tres cepas de lactobacilos en la densidad mineral ósea en 124 mujeres posmenopáusicas tempranas sanas (hasta 8 años después de la menopausia) para recibir probióticos o placebo administrados una vez al día durante 12 meses.

Lactobacillus plantarum DSM es una cepa de bacterias ácido lácticas que se encuentra en el intestino humano y en alimentos fermentados como el chucrut y el yogurt. Esta cepa en particular ha demostrado tener beneficios para la salud ósea a través de su capacidad para modular el metabolismo óseo.

Se ha demostrado que Lactobacillus plantarum DSM puede aumentar la absorción de calcio en el intestino, lo que puede ayudar a fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis. Además, esta cepa de bacterias también puede estimular la producción de osteoblastos, las células responsables de la formación de nuevo tejido óseo.

Además de estos efectos directos en el metabolismo óseo, Lactobacillus plantarum DSM también puede tener un impacto positivo en la salud ósea a través de su capacidad para modular la inflamación en el cuerpo. La inflamación crónica puede tener un efecto negativo en la salud ósea, por lo que reducir la inflamación puede ayudar a preservar la densidad ósea a lo largo del tiempo.

En resumen, Lactobacillus plantarum DSM puede tener beneficios para la salud ósea a través de su capacidad para aumentar la absorción de calcio, estimular la formación de nuevo tejido óseo y reducir la inflamación en el cuerpo. Incorporar esta cepa de bacterias en la dieta a través de alimentos fermentados o suplementos probióticos puede ser una estrategia efectiva para mantener la salud ósea a lo largo del tiempo.

Estos estudios ayudan mucho, pero no hay que tomar cualquier probiótico sin un consejo profesional, los probióticos son un arma más junto a un estilo de vida terapéutico, aquí juega un papel importante la nutrición de precisión

En un enfoque holístico para el cuidado de una menopausia saludable, los cambios en los procesos fisiológicos que se producen como resultado de la caída de los niveles de estrógeno deben ir seguidos de cambios en la dieta. La nutrición de la población de los países desarrollados aún está lejos de las pautas dietéticas basadas en alimentos. La frecuencia de la obesidad aumenta cada año; Entre 1975 y 2016, la prevalencia de la obesidad casi se triplicó. Según datos de la OMS de 2016, el 40% de las mujeres tienen sobrepeso y otro 15% son obesas, hoy en España entre sobrepeso y obesidad sumamos ya el 50% en mujeres de más de 50 años.

La nutrición occidental poco saludable se caracteriza por un alto consumo de grasas (38% de la energía) y sal (9,2 g/día en mujeres del grupo de edad de 50 a 59 años , bajo consumo de verduras y frutas ,e ingesta baja de calcio (730 ± 277 mg/día).

Por todo ello, es necesario dar pasos importantes con la ayuda de los nutricionistas para cambiar la dieta de las afectadas por la menopausia y la perimenopausia.

Todas aquellas enfermedades y valores de laboratorio desfavorables que son característicos de esta época de la mujer, pueden mejorarse significativamente eliminando y reduciendo los factores de riesgo dietéticos.

La menopausia se asocia con una mayor prevalencia de obesidad, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y osteoporosis. Para reducir los factores de riesgo de todas estas enfermedades y, en el caso de una enfermedad ya existente, la terapia dietética debe ser una parte integral del tratamiento.

La intervención nutricional es un elemento esencial de la prevención primaria de enfermedades crónicas. Cada vez hay más pruebas de que factores del estilo de vida, como la dieta, la actividad física, el tabaquismo y el consumo de alcohol, tienen un impacto significativo en la salud y los síntomas de la menopausia. Independientemente de la menopausia, las mujeres ganan una media de 10 kg entre los 40 y los 60 años.

Para ello aquí estamos en Sanudiet, para apoyar a las mujeres, entre otras cosas, en el ejercicio regular y en la creación de un patrón alimentario  de acuerdo con las directrices nutricionales para gestionar los riesgos para la salud y prevenir el aumento excesivo de peso corporal

Resumir las recomendaciones para una dieta equilibrada y la ingesta de líquidos en la menopausia, la prevención dietética de las enfermedades cardiovasculares, el papel del sueño en la dieta y los nutrientes preventivos clave en la menopausia, como la vitamina D, calcio, vitamina C, B. vitaminas y aporte de proteínas me llevaría horas

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